Evangelio de Juan

El cuarto evangelio es esencialmente diferente a los sinópticos. En nuestro tiempo se han hecho significativas investigaciones históricas, que arrojan algo de luz, sobre las cuestiones siempre difíciles de resolver: autor, destinatarios, fecha y lugar de composición. Pero, todo ello siempre debe ser juzgado según los principios últimos de la fe católica, es decir, Tradición y Magisterio. Luego, y sin dejar de ser un escrito de predicación narrativa, presenta un lenguaje con detalles literarios únicos, en toda la Sagrada Escritura. Su mensaje doctrinal es claro, Jesús es el Hijo de Dios, que tiene pleno dominio sobre su destino, y por eso es el único que puede revelarnos al Padre. Finalmente, la exegesis patrística es todavía hoy vigente si queremos descubrir su sentido pleno, es decir, el espiritual.